Entrenar con frío. ¿Cómo afecta a nuestro rendimiento?

Cuando hace frío el cuerpo eleva el metabolismo, es decir produce más energía con el objetivo de producir calor y reducir su pérdida y de esta manera  mantener la temperatura ideal del organismo

 

 

Nuestro colaborador Runnig Therapy Center nos cuenta en este artículo que pasa en nuestro organismo cuando entrenamos con frio.

 

El ser humano tiene más problemas para adaptarse al frío que al calor. Aunque depende de varias variables como la cantidad de  frío hace que o  la grasa corporal del individuo, en general la capacidad de adaptación en periodos largos es peor con frío que con calor. Esto no tiene porque ser un problema si sabemos como hacerlo y como puede afectar a nuestro rendimiento.
 

Cuando hace frío el cuerpo eleva el metabolismo, es decir produce más energía con el objetivo de producir calor y reducir su pérdida y de esta manera  mantener la temperatura ideal del organismo.

Eso significa que parte de nuestro combustible y energía se está gastando para generar calor lo que reducirá nuestro rendimiento. En el año 2003 se realizó un estudio para comprobar la fuerza de las piernas de unos atletas en ambiente frío y  caluroso (Universidad del Estado de Arkansas, USA). Se realizó un ejercicio de extensión de piernas (cuadríceps) y otro de flexión femoral a la máxima fuerza posible realizando una repetición. En primer lugar se realizó en una habitación con temperatura entre 5 y 9 grados y en segundo lugar en una habitación con temperatura entre 18 y 20 grados. El resultado fue que en el primer caso existía una disminución de fuerza del 10% respecto al segundo.

Si entrenamos con frío no debemos olvidarnos de realizar un buen calentamiento para que nuestros músculos tengan la temperatura adecuada antes de iniciar ejercicios de alta intensidad. Si no lo hacemos así nuestro rendimiento no será el óptimo e incrementamos el riesgo de lesión.

Además debemos hidratarnos correctamente. El hecho que no tengamos sed no significa que no tengamos necesidades de líquido. En cuanto a nutrientes las necesidades serán mayores. Por ejemplo caminar por la nieve requiere el doble de energía que caminar a nivel de mar a la misma velocidad.  Cuando entrenamos con frío, el aumento del metabolismo de hidratos de carbono es sustancialmente mayor que de grasa con lo que nuestra dieta debe ser rica en hidratos de carbono.  (Eberle, S.G. (2000). Endurance sports nutrition. Champaign: Human Kinetics)

En resumen, cuando entrenamos con frío debemos tener en cuenta que nuestro rendimiento puede ser menor con lo que no debemos obsesionarnos con los tiempos. Debemos hidratarnos correctamente antes, durante y después del ejercicio y mantener unas reservas de hidrato de carbono adecuadas.

Más información: http://runningtherapycenter.com/ 

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