La Subida a la Degollá desde dentro

Nuestro colaborador Luis Alonso Marcos pudo vivir la prueba desde dentro

 

 

Llegamos el sábado a Priego con la intención de pasar un gran fin de semana y disfrutar de la Subida a la Degollá organizada por Angel Llorens y un gran grupo de voluntarios que hicieron que todo discurriera bien y en un gran ambiente.

Ya el sábado pudimos disfrutar de una interesante e instructora mesa redonda donde varios ponentes, físicos, entrenadores, osteópatas, nutricionistas y redactores nos ofrecieron unas ponencias interesantes. Posteriormente se presentó a los corredores invitados por la organización, los cuales estuvieron contando un poco sus experiencias y como colofón una cena donde continuamos de charla.

El domingo amaneció mejor de lo que se esperaba, frío pero no tanto como habían pronosticado y sin nieve en el recorrido aunque algo de hielo había, por lo que toda precaución en algunas zonas era poca.

Se dio el pistoletazo de salida y claramente se veía quienes iban a luchar por la victoria  pero no quiero hablar de eso porque ya se han publicado clasificaciones  y artículos al respecto. De lo que os voy hablar es de la experiencia vivida, de cómo vive la gente de Priego su carrera, y digo su porque la consideran suya y eso hace que el municipio se vuelque haya un gran ambiente y todo salga según lo previsto.

 

Subida a la Degollá

 

Se podría decir de esta carrera que es la pequeña "Zegama" si como lo oís, he sentido en esta carrera cosas similares a mi primera Zegama y es que te encuentras gente en varios lugares del recorrido animando, hay un paso antes de la segunda ascensión que hacen un pasillo como si se tratara de Santi Spiritu, y en los cerros también hay gente animando.

En la llegada se espera desde el primero hasta el último y en cuanto a participantes ya han sido 500 este año. Se que es muy disparatado comparar esta carrera con LA CARRERA, si en mayúsculas, Zegama. Pero esta carrera,

 

La Degollá  con solo tres ediciones se ha consolidado y se ha hecho un hueco en el panorama nacional de las CxM.

 

Para ser una carrera corta, 14,200km tiene de todo, tramos rápidos, lentos, técnicos, dos pasos habilitados con cuerdas, tres avituallamientos, más el final en meta y tras la entrega de premios una gran paella y bollos tradicionales para todos los participantes y voluntarios.

Esta muy bien marcada, en las zonas más peligrosas hay gente de Protección Civil, voluntarios repartidos casi por la totalidad del recorrido, unas vistas impresionantes que ha en que vayas disfrutando aun cuando está corriendo por un cortado que una mala pisada puede ser peligrosa, pero esas vistas hacen que no se "vea el riesgo".

 

Fiesta después de la Subida a la Degollá

 

Se nota la mano de los Hermanos Llorens, Angel, Mario y Rosi que con su experiencia en diferentes carreras y al ser corredores saben cómo tratar a aquellos que se deciden a participar en la carrera. De la experiencia adquirida en las diferentes carreras a las que han participado, se han traído aquellos detalles que gustan al corredor y lo han incorporado a la carrera de La Degollá  y esto hace que los atletas que van participando salgan más que satisfechos de esta carrera y con el boca a boca van transmitiendo lo vivido en Priego. Esto ha tenido como consecuencia que de la primera a la tercera edición se haya doblado el número de inscripciones.

No me extrañaría que en unos años, no muy lejos, tuvieran que hacer un proceso similar de inscripción que en Zegama. 

Felicitar a tod@s los que hacen posible esta carrera y agradecer el trato recibido durante nuestra estancia.

Si hay opciones de volver para la cuarta edición allí estaremos.

Luis Alonso Marcos “Luisete”

 

 

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